Promueve el disfrute de la fiesta sana en menores de edad.

 
 

Estamos en época de fiesta, tiempo de alegría para disfrutar con tu familia y amigos, temporada agradable para compartir con aquellas personas que llegan de otros lugares, los innumerables eventos que se realizan en nuestra ciudad. Sin embargo, el exceso y descontrol en estas celebraciones conllevan al uso indiscriminado del alcohol, el cigarrillo e incluso las drogas, tanto por los adultos, como, en casos más alarmantes, por los menores de edad.

El consumo de alcohol por menores de 18 años no sólo es ilegal, sino perjudicial para su salud e integridad, pues los pone en grave riesgo de violencia, abusos y delitos. En este rango de edad aún existe una inmadurez psicológica y neurológica que contribuye a que se produzca una dependencia del alcohol y de las sustancias psicoactivas.

Los motivos de consumo:

Moda y curiosidad.
Falta de motivación y carencia de afecto.
Ejemplo de consumo que se impone desde la familia y el grupo de amigos al que se pertenece.
Presión social inducida por la publicidad.

 

 
 

La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor y, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores, Colombia es el primer país en Suramérica en consumo temprano de alcohol y el segundo en cigarrillo, según datos de un estudio realizado por la ONU en el 2006.

El consumo de alcohol y cigarrillo en los jóvenes produce efectos físicos, mentales y sociales; aunque muchos lo asocian con el placer y la sociabilidad, las consecuencias para la salud son altamente perjudiciales y, en la mayoría de los casos, irreversibles.

En un menor de edad, ¿cuáles son los efectos que produce el consumo de alcohol?

Se interfiere el desarrollo normal de su cerebro, el control de impulsos y la capacidad de resolver problemas.
Se impide una buena absorción de nutrientes en el intestino delgado, lo cual afecta su crecimiento y desarrollo normal.
Afecta la expresión de los sentimientos e influye en un ejercicio inadecuado de la sexualidad, lo que aumenta el riesgo de embarazos no planeados y enfermedades de transmisión sexual.
Se incrementa la vulnerabilidad al consumo de otras sustancias adictivas.

Y si fuma, ¿cuáles son las consecuencias?

Dificultad para respirar y practicar deportes.
Posibilidad de padecer bronquitis crónica.
Aumento de los riesgos de infarto y arritmias cardíacas.
Desmejoramiento del funcionamiento del sistema inmune, el cual lo protege de bacterias y virus.


 

 

¿Cómo puedo ayudar a prevenir el consumo en jóvenes?

Conoce el entorno de tus hijos, habla con ellos sobre los riegos del abuso del alcohol y las drogas.
La exploración es necesaria para el crecimiento; hay que permitirla, pero minimizando los riesgos.
Evítales situaciones de riesgo y promueve alternativas positivas para el buen uso de su tiempo libre.
Denuncia al 1 2 3 si ves menores de edad comprando o consumiendo alcohol o cigarrillo, o si están en establecimientos para adultos.

Las fiestas, ferias y celebraciones en general no pueden ser sinónimos de violencia, intolerancia, irrespeto e incultura; por el contrario, deben ser manifestaciones vivas de alegría, integración, armonía y paz.

 

En estas fiestas…
Recuerda que no suministrar ni vender alcohol a niños, niñas y adolescentes disminuye significativamente las probabilidades de su consumo. Evitar su acceso es responasilidad de los adultos.