Tener una buena comunicación con tus hijos desde la niñez, aprovecha cada oportunidad que tengas con ellos para conocer sus gustos, saber quiénes son sus amigos y preguntarles por sus sueños. Enseñarles a construir sus propios límites, pregúntale por ejemplo: ¿la forma en que te comportaste tal día te dice que ya tienes o no tienes la suficiente madurez para ampliar tus permisos? Elaborando una lista de los puntos a favor y los en contra será más fácil llegar a la conclusión. Nunca dejes la puerta cerrada a un permiso, dile que un “no” hoy, no significa “no para siempre”. Recuérdale que él mismo con su comportamiento es quien primero se dará cuenta del momento en que habrá un “sí”. Conocer que personas van a asistir, tener presente que conozcas a la mayoría, además que adulto va a estar en ese lugar, pues puede presentarse situaciones en las que es primordial que estén al cuidado de un adulto. Hacer claridad que no es porque no se tenga la suficiente confianza sino por situaciones que ameritan que un adulto responsable este presente, como por ejemplo, un accidente o que alguno de los invitados quiera realizar alguna actividad no conveniente y este incitando a los demás. “Tienes mi apoyo para regalarte ese permiso”
Una vez entre ambos decidan que ya está listo para ampliar sus límites es muy importante que te asegures de que: Esté consiente del daño que el licor y las drogas le puede causar a su cuerpo y la forma en que pueden hacerlo perder el control de sus actos. Conozca los métodos de planificación y de protección contra enfermedades de transmisión sexual. Recuerda que en tu IPS de EPS SURA existe una programación de charlas sobre este tema en el que tú y tus hijos recibirán asesoría profesional. Tener absoluta seguridad y confianza de la buena orientación entregada durante toda la vida a tu hijo y del control que él tenga de sus actos. Haber conocido previamente a su novio (a) y amigos. |
| Tener presente en qué edad esta ubicado el adolescente, pues se considera que la adolescencia está comprendida entre los 10 años y los 19 años, de este modo se puede empezar a tener idea de que permisos son pertinentes para su edad y cuales podrían esperar un tiempo. Se debe diferencia que al comenzar la adolescencia los permisos se deben dar de acuerdo a su comportamiento, para un adolescente de 10 o 13 años, el comportamiento esta fluctuando entre querer salir de la niñez y el pasar a ser un joven, de este modo, los permisos deben ser en tiempos más cortos para que no se sienta incapaz de cumplir con las recomendaciones de sus padres. Ser lo suficientemente claro cuando un permiso se niega para evitar cualquier manipulación por parte del adolescente. Ten presente que la mejor enseñanza que pueden recibir tus hijos es el ejemplo que tú y los tuyos les den con la forma de actuar diariamente. No olvides comunicarte con tu hijo mientras esté por fuera del hogar, para hacerle sentir respaldado. Recuerda que todos los excesos son malos, ni tantas llamadas que lo ahogues, ni tan pocas que sienta que no tiene quien se preocupa por su bienestar. Tener otra persona de contacto en caso de no poderse comunicar con su hijo (a), es de este modo como el adulto que asiste nos puede prestar un buen apoyo.
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