La infancia es el mejor momento de la vida para crear prácticas saludables. Realizar ejercicio periódico y tener una dieta balanceada son una manera de prevenir esta enfermedad.
De qué se trata?
La diabetes mellitus comprende un grupo de desórdenes metabólicos que se caracterizan por los altos niveles de glucemia en la sangre, los cuales afectan y comprometen de manera progresiva un gran número de órganos del cuerpo humano. En términos generales, existen dos tipos de diabetes mellitus, la tipo 1 que se relaciona con falta de células productoras de insulina en el páncreas, típicamente se presenta en niños y personas jóvenes, y requiere tratamiento permanente con inyecciones de insulina. Se suele manifestar de forma brusca, los factores de riesgo no se encuentran bien definidos, pero se sabe que están implicados en su aparición factores genéticos, autoinmunes y ambientales. Habitualmente el peso es normal o por debajo de lo normal, aunque la presencia de obesidad es factible.
La diabetes mellitus tipo 2 se relaciona con problemas en la cantidad de secreción o con la efectividad de la acción de la insulina. Aunque puede aparecer a cualquier edad, es habitual que comience a edad adulta, después de los 40, y tiene una claro componente genético. El riesgo de desarrollar esta forma de diabetes aumenta con la edad, el peso y la falta de actividad física, de ahí que el 80% de las personas que la padecen sean obesas. Este tipo representa entre 90% y 95% de total de casos de diabetes mellitus y puede ser tratado con dieta y reducción de peso, con medicamentos hipoglucemiantes (que bajan el azúcar de la sangre) tomados por vía oral, o con inyecciones de insulina, según el grado de severidad.
También existen la diabetes asociada al embarazo, asociada al embarazo, conocida como diabetes gestacional y la diabetes debida a otras causas menos frecuentes. El incremento mundial de diabetes está relacionado con el tipo 2, asociada a factores como malos hábitos alimentarios, inactividad física, sobrepeso y obesidad.
Esta es una enfermedad que afecta notablemente la calidad de vida de quienes la presentan y de las personas que las rodean. Por esta razón, una vez diagnosticada, el grupo familiar cumple un papel importante en la preservación de los buenos hábitos, relacionados con la nutrición y la actividad física.
Enfermedades que produce la diabetes
Las complicaciones de la diabetes están relacionadas con el compromiso metabólico que se genera por la incapacidad de las células del cuerpo para usar la glucosa, y por los derechos químicos que se producen cuando el cuerpo busca soluciones alternativas a su incapacidad para usar los nutrientes. Es claro que cuanto más se tarde en hacerse el diagnóstico y en adoptar las medidas de control de evolución de la enfermedad, mayor es el riesgo de sufrir las consecuencias en otros órganos del cuerpo.
Se puede hablar de complicaciones macrovasculares cuando se comprometen las arterias de grueso calibre como es el caso del taponamiento de las arterias coronarias que genera infarto agudo del miocardio; el deterioro de las arterias de los miembros inferiores y superiores, que produce úlceras y amputaciones; y el taponamiento o ruptura de las arterias del cerebro, conocido como evento cerebro vascular.
Las complicaciones macrovasculares en miembros inferiores se caracterizan por el deterioro en la circulación de sangre en las extremidades hasta llegar a encontrar la ausencia de pulsos, baja temperatura y cambios en el color de la piel. Este problema se hace mas complejo cuando se relaciona con daño en los nervios de las extremidades y con infecciones recurrentes. La progresión lleva al desarrollo de úlceras, infecciones y finalmente a gangrena y amputación de la extremidad.
Cerca del 4% de todos los pacientes diabéticos presenta úlceras en los miembros inferiores, y los estudios clínicos sugieren que las úlceras preceden a 85% de las amputaciones no traumáticas de miembros inferiores. La gravedad de esta problema es tal entre los pacientes que requieren amputación, 51% necesitan una segunda en los siguientes 5 años.
Se habla de complicaciones microvasculares cuando se deterioran los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que pueden producir ceguera; los del riñón, que pueden llevar a falla renal y a necesitar diálisis, y los de diferentes nervios en general. La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera adquirida durante la edad adulta, en el mundo. De la población que sufre ceguera por todas las causas, 9% tienen diabetes.
La enfermedad renal asociada a la diabetes se incrementa en severidad y en frecuencia con el paso del tiempo, y aunque es mas severa en la diabetes tipo 1, es importante en la tipo 2.
Bajo control
Una actitud preventiva caracterizada por la alimentación balanceada, el ejercicio periódico y el control del sobrepeso y la obesidad, es la mejor manera de no padecer diabetes mellitus tipo 2. Cuando aparece, entre los síntomas que presenta en primer instancia se encuentran cansancio, sed intensa, aumento del apetito y orina frecuente. El tratamiento de la diabetes mellitus requiere un enfoque interdisciplinario, porque involucra aspectos educativos, nutricionales, sociales, psicológicos y familiares, que la hacen diferente de otras enfermedades crónicas. Los objetivos del tratamiento de la diabetes buscan prevenir o minimizar las complicaciones agudas o crónicas, fomentar un modo de vida casi normal, aceptando el estado diabético como una condición llevadera.