¿Quién no recuerda la aparición de una inofensiva roncha o marca en el cuerpo como el preámbulo de una temporada aislada de padres y familiares, y  en los peores casos de unas cicatrices que lo acompañan años después?

Frecuentes en la infancia, las enfermedades eruptivas pueden ser más manejables si se conocen los síntomas. Aunque las enfermedades eruptivas tenga un tiempo determinado de vida dentro del organismo, resulta importante visitar al médico para que las identifique y las registre dentro de la historia personal, para prevenir el contagio a otras personas y a madres gestantes para evitar complicaciones como encefalitis, convulsiones, neumonías infecciones secundarias de la piel,  estas últimas frecuentes en la varicela; para adoptar medidas locales en la familia y en la guardería; y para reportar los casos a los centros de epidemiología, con el fin de evitar la propagación masiva.

Rubéola en el embarazo, serio peligro
Si una mujer embarazada ve una erupción inusual en la piel, debe acudir inmediatamente al médico, así mismo cuando se presenten síntomas adicionales como pesadez, temperaturas que oscilen entre los 37 y 38 grados centígrados o malestar general. Podría tratarse de una enfermedad eruptiva.

La relación entre la presencia de una exantemática y los problemas que puedan generar a la gestación de un nuevo ser humano, tiene que ver con el tipo de enfermedad y el momento en que pueda aparecer. Algunas de estas afecciones resultan inofensivas mientras que otras pueden revestir serio peligro de presentarse durante determinada etapa del embarazo.

La rubéola resulta amenazante cuando se presente entre el mes y medio (sexta semana) y los cuatro meses y medio de gestación (décima novena semana). Esta enfermedad eruptiva, si se manifiesta dentro del tiempo mencionado, puede generar en el feto malformaciones congénitas de tipo cardíaco, por lo que su corazón probablemente cargaría con lesiones de por vida o fallaría después de nacer.

Hay otras posibilidades, como la sordera, retardo psicomotor y mental por calificaciones cerebrales,  retrasos del crecimiento, muerte intrauterina y microcefalia, afección que se refiere a la disminución del tamaño del cerebro por la encefalitis que presenta y que puede percibirse, entre otros síntomas, porque la cabeza del feto es muy pequeña. Por esta razón se recomienda a toda mujer que planee tener un hijo, haberse vacunado previamente contra la rubeóla.

Pautas para reconocerlas

Sarampión

Las primeras manifestaciones son respiratorias, con resfrío, conjuntivitis y tos. La fiebre aparece pronto y aumenta a medida que transcurren los días. El contagio también se produce por la gotas de saliva. Puede prevenirse con la vacuna triple viral que es segura, bien tolerada y altamente efectiva. Comienza con 3-4 días de tos, fiebre, conjuntivitis, debilidad, congestión y molestia ocular. El brote se inicia en la frente y detrás de las orejas, luego se extiende al resto de la cara, tronco, brazos y piernas. La erupción empieza a desvanecerse en la  cara cuando aparece en las piernas. Es la enfermedad eruptiva más grave.

Rubeóla
Es una infección eruptiva, de origen viral, que aparece en la infancia y que es de evolución benigna. Usualmente se presenta con manchas rojizas en la piel, poca fiebre, aumento del tamaño de los ganglios ubicados detrás de las orejas y debajo de la nuca. Para su diagnóstico se hace necesario un análisis de sangre porque suele ser indistinguible de otras infecciones virales. Se transmite a través de las vías respiratorias por las gotas de la saliva que se expiden al hablar.

La vacuna es la medida de prevención más importante y debe ser suministrada al cumplir el primer año de vida y repetida al ingreso escolar. Esta vacuna forma parte de la triple viral que comprende: rubéola, sarampión y paperas.

Se presenta con 1-2 días de fiebre no muy alta que precede al brote de manchas redondas pequeñas y planas, menores de 5 milímetros. Comienza por la cara y se extiende al tronco, piernas y brazos en un día. Se pueden tocar ganglios agrandados y dolorosos detrás de las orejas y en el cuello.

Varicela
Es una eruptiva producida por el virus Varicela-Zoster que se transmite por la saliva. Se manifiesta con fiebre alta, decaimiento seguido por la aparición de pequeñas ampollitas que pican, y que aparecen inicialmente en la cara y en el cuero cabelludo, distribuyéndose luego por todo el cuerpo. Estas lesiones tienden a secarse y formar costras sin dejar cicatriz. Contra la varicela existe desde el año 1995 una vacuna eficaz.

Fiebre escarlatina
Se parece a la rubéola en que el brote comienza dos días después de la fiebre, se inicia igualmente en la cara y se extiende rápidamente por todo el cuerpo, pero se diferencia en que el brote es más intenso, color escarlata. Es parejo y grueso, palpable al tacto, la lengua se pone roja con puntos, y las amígdalas, se cubren de placas blancas. Esta enfermedad, se diferencia de otras, no es producida por un virus, sino por una bacteria y debe ser tratada con penicilina; puede dar lugar a una inflamación renal llamada glomerulonefritis.

Exantema súbito o roséola del lactante
Usualmente fiebre alta durante 2-4 días, tos, erupción que aparece dos días después, rosada, no elevada, manchas de 1 a 5 milímetros que pueden confluir, y desaparecen en menos de 2-3 días, la erupción se inicia en el cuello del tórax y abdomen y se extiende a brazos, pierna y cara, la fiebre disminuye rápidamente con la aparición de la erupción.