Cuidados del menor

Trastornos alimentarios

Características

Los trastornos alimentarios son alteraciones en el hábito del buen comer, que ocurren por múltiples condiciones y se presentan regularmente después de los 6 meses. Para entender los trastornos de la alimentación es importante reconocer la diferencia entre el hambre, que es la necesidad del organismo de comer, y el apetito, que es el deseo de comer. Este último puede ser estimulado con características de los alimentos como color, olor y sabor.

Causas principales por las que niños no tienen apetito:

Percepción alterada de los padres:

A veces son los padres quienes creen que sus hijos no tienen apetito, cuando en realidad es que, de acuerdo con la edad, el cuerpo va cambiando sus requerimientos nutricionales para poder crecer. Por ejemplo, en el primer año un bebé gana en promedio 7 kilos y crece 25 centímetros, luego en el segundo año aumenta 2 kilos y crece solo 10 centímetros, por lo tanto el requerimiento nutricional es mucho más intenso en el primer año que en el segundo.

Niños vigorosos:

Algunos niños sanos se interesan más por jugar y descubrir su entorno que por alimentarse, sin embargo su curva de crecimiento evidencia que siguen ganando peso normalmente. Estos niños se distinguen porque se distraen fácilmente a la hora de la alimentación.

Niños apáticos:

Se trata de niños en los que la inapetencia se relaciona con poca estimulación, se ven apáticos y sin contacto con otras personas. Hay poca ganancia de peso y, probablemente, anemia. En estos casos es importante descartar una desnutrición severa o maltrato, pues es frecuente que los padres no estén muy pendientes de ellos y haya otras manifestaciones de abandono.
Enfermedades:

Algunas enfermedades, como el reflujo de comida desde el estómago hacia la boca, la alergia a la leche, enfermedades cardiacas o pulmonares, así como malformaciones anatómicas de las vías digestivas, pueden generar inapetencia en los niños.

Ingesta selectiva:

Cuando el niño es muy sensible a los olores, sabores, textura, temperatura y apariencia de los alimentos, comienza a ingerir solo aquellos alimentos que le son familiares y se niega a probar otros nuevos. En algunas ocasiones el niño decide no ingerir nunca más un alimento porque se cansa de consumirlo repetidamente.

Fobia a los alimentos:

Esta causa de inapetencia es común en niños que han tenido intervenciones en la garganta. Por ejemplo: niños que han sido entubados, han tenido sondas para alimentarse, han tenido cirugías en esta zona o traumas como tragarse un cuerpo extraño (espina de pescado, moneda, entre otros). En estos casos se niegan a consumir casi todo y cierran la boca con fuerza para evitar el contacto con los alimentos.

La fobia a los alimentos es diferente a la neofobia. Esta última es normal en todos los niños, pues se niegan a consumir alimentos nuevos, sin embargo, los aceptan si se van introduciendo paulatinamente en la dieta. En ocasiones pueden requerir hasta 15 intentos de prueba para aceptarlos.




Hábitos normales de la alimentación


Si el niño no come todo lo que le ofreces, no te alarmes, pues el rechazo no significa que necesariamente tenga un trastorno alimentario.

La dieta ideal es aquella que cumple con las características CESA:

C: Completa. Que contiene todos los nutrientes.
E: Equilibrada. Con porciones adecuadas.
S: Suficiente. Que promueve el crecimiento.
A: Adecuada. Acorde a la edad del niño.

Bebés de 9 a 12 meses
Niños de 1 año
Niños de 4 años
Signos de alarma
¿Qué puedes hacer en casa?
¿Qué no debes hacer
en caso de trastornos alimentarios?
No le des suplementos ni medicamentos sin recomendación médica. Recuerda que tener las vitaminas en exceso también es una enfermedad.

No lo regañes si no quiere comer, controla tu ansiedad porque si el niño siente un ambiente tenso, relacionará la alimetación con situaciones desagradables y se convertirán en hábitos tanto el rechazo a la comida por parte del niño como los regaños por parte de los padres.

No lo premies cuando coma, el niño interpretará que alimentarse es una tarea tan tediosa que necesita recompensa. Igualmente, no uses la comida como recompensa de buenas conductas.

No acompañes la comida del niño con distractores como televisión, música o juguetes.
No dejes que el niño se duerma con el tetero en la boca. Esto facilita la aparición de caries e infecciones respiratorias.

Reemplázale los alimentos que no le gustan por otros similares. No tienes que darle lo que para ti es importante si al niño no le gusta.

No asumas que si no come sopa es malo. Es más importante que se coma el seco. Igualmente, es más importante que se coma la carne que el caldo en el que la cocinas.

No pretendas que tu hijo coma de más para que se vea saludable. La obesidad puede llevar a enfermedades cardiacas y/o diabetes.
Recuerda

El servicio de videollamada de esta aplicación está disponible para indicarte cuál es la ruta que debes tomar, según los síntomas de tu hijo (Cita con el Médico de Familia, atención prioritaria o urgencias), además de agilizarte la prioridad en la atención que requieras.

Para acceder a este servicio debes contar con un equipo que tenga cámara incorporada y sistema de audio.