¡S.O.S no puedo dormir!

Algunas personas tienen dificultades para conciliar el sueño y pueden despertarse varias veces en la noche, incluso hay quienes pasan la noche entera sin pegar los ojos. Si usted tiene algún trastorno en el sueño nocturno, puede padecer de insomnio.

¿Qué es el insomnio?
El insomnio es una manifestación del cuerpo de que algo no anda muy bien, es un trastorno en la capacidad de tener un sueño profundo, sano y continuo. Puede ser causado por varias razones: estrés, depresión, ansiedad o incluso por problemas físicos. Se considera que una persona está padeciendo de insomnio cuando no puede dormir continuamente durante toda la noche por lo menos, tres o más veces en la semana.

¿Es una enfermedad grave?
Realmente el insomnio no es considerado como una enfermedad, sino como un síntoma de un problema mayor. El sueño cumple diversas funciones fisiológicas para la salud de las personas, lo preocupante de no dormir bien, es lo que esto conlleva.

El cuerpo necesita un mínimo de horas de sueño nocturnas para descansar y cuando esto no ocurre, la persona comienza a sentirse fatigada, cansada, deprimida, con poca capacidad de concretarse en su vida diaria. Además, cuando el cuerpo no descansa lo suficiente, ocasiona una baja de defensas y tiende a enfermarse continuamente.

Horas de sueño
No existe un número estándar de horas para dormir, con la edad y el tiempo las necesidades de sueño varían en las personas. Es así como un bebé recién nacido duerme aproximadamente 18 horas, un adulto joven de 7 a 8 horas y un adulto mayor entre 6 y 7 horas cada noche. Una persona sabe que está durmiendo lo suficiente si no se siente cansado durante el día y puede realizar sus actividades sin sentirse agotado y sin energía.

¿Cómo aparece el insomnio?
La mayoría de los casos de insomnio tienen un inicio agudo, coincidiendo con situaciones de estrés y en el 60% de los casos se vuelven crónicos debido a que estas personas tras haber vivido un episodio de insomnio, presentan cada vez más preocupación a la hora de dormir, condicionando una actitud mental para poder descansar en la noche, en algunos casos las personas relacionan su cama y su cuarto con esa situación agobiante, que les genera ansiedad de conciliar el sueño, y sólo cuando duermen fuera de su cama o fuera de la casa pueden dormir bien.

¿Cómo tratar el insomnio?
Lo primero es determinar la causa que ocasiona esta pérdida momentánea del sueño, en la mayoría de los casos una vez identificado el problema el insomnio desaparece y no vuelve. La clave es encontrar el origen y tratarlo. Recurrir a las pastillas para dormir, no ataca las causas que lo provocan y crea una condición mucho más grave, como lo es la adicción o dependencia a estos fármacos para dormir. La disciplina, la rutina y algunos truquitos son la vía ideal para alcanzar un sueño tranquilo, sano y perdurable.

Tener un horario fijo para ir a la cama.
Algunas personas realizan diferentes actividades antes de dormir tales como ver televisión, comer, leer, pero de manera desordenada. Todo lo anterior se puede realizar pero siempre a la misma hora para que el cuerpo se prepare secuencialmente; de manera, que al momento de acostarse sea sólo eso, ir a descansar.

Propiciar un ambiente para dormir.
Lo ideal es usar el cuarto sólo para dormir, este espacio es creado únicamente para ese fin, el ambiente para descansar en la noche debe ser el adecuado, el computador y la televisión dentro de un cuarto interfiere con esta premisa básica. Adecuar el cuarto si éste lo necesita, cortinas oscuras, ventanas que impidan que el ruido pase fácilmente, entre otros. Lo mejor es identificar qué causas externas pueden alterar el sueño nocturno y erradicarlas.

Tomar un vaso de leche caliente. Las bebidas calientes antes de dormir relajan la mente y el cuerpo, tomar un vaso de leche caliente o una bebida aromática, complementa muy bien la rutina de descanso nocturno, lo que si no es recomendable es tomar café, dulces o chocolates en la noche.

Hacer ejercicio.
El ejercicio es muy beneficioso
para la salud, estimula la hormona de la felicidad, ayuda a mantener un buen ritmo cardíaco y además permite que el cuerpo trabaje y esté lo suficientemente cansado a la hora de ir a la cama.

Fuente: Proteccion.com