Quién no ha experimentado por lo menos alguna vez en su vida una tristeza profunda, ha visto disminuido su ánimo e incluso no ha tenido ganas de levantarse de la cama? Una gran mayoría.

La tristeza es tan natural como el alimento, y como sentimiento no tiene nada de malo. El problema aparece cuando se convierte en un estado permanente, cuando efectivamente alguien decide no levantarse de la cama por quince días o por un mes, pierde todo interés en las cosas que antes disfrutaba, no duerme bien, decide no comer o lo  hace en exceso.

La depresión, la ansiedad y la angustia son trastornos comunes como un resfriado, pero más delicados de lo que se piensa cuando no se tratan a tiempo. Es natural experimentarlos, pero cuando son tan intensos que afectan la calidad de vida, se convierten en un problema. Cada vez las enfermedades de este tipo son mas frecuentes y se presentan en rangos de edades tempranas, esto hace que los pacientes pases meses, incluso años, sin recibir tratamiento, lo cual empeora su situación. En vista de que la depresión y la angustia están asociadas a síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores musculares, trastornos de la alimentación, taquicardias, entre otros síntomas, las personas a menudo se automedican o acuden inicialmente al médico general para tratar los síntomas físicos, de ahí que sea tan importante la rigurosidad en la elaboración de la historia clínica, para que el problema de fondo no se quede sin resolver.

Las causas
Establecer las causas de la depresión no es sencillo. Los expertos coinciden en que es más probable que las personas que tienen padres o familiares que padecen este tipo de trastornos también los desarrollen en algún momento de la vida. Además del elemento genético, es posible que la depresión también afecte a personas que no presenta antecedentes familiares.

El psiquiatra Roberto Chaskel subraya que la depresión es un asunto de salud pública porque puede comenzar en cualquier momento de la vida, impacta profundamente el desarrollo de la personalidad, se afecta para siempre la morfología cerebral y el riesgo de recaída se considera muy alto si no se trata a tiempo. Los intentos de suicidio y los suicidios consumados están en la población que va de los 16  a los 30 años y no se suicidan porque pelearon con la novia o porque no consiguieron trabajo, lo hacen porque sufren de depresión, afirma Chaskel. Lo cierto es que seguir con un tratamiento médico puede incluir medicamentos y aunque el paciente tenga la idea de estar recuperado, debe hacer el tratamiento por el tiempo indicado, para eviar una recaída.

Síntomas
â€Â¢ Pérdida de interés o placer por actividades que antes disfrutaba.
â€Â¢ Ansiedad, tristeza o sensación de vacío.
â€Â¢ Sentimientos de desesperanza, baja autoestima y actitud pesimista.
â€Â¢ Sensación de falta de energía y fatiga.
â€Â¢ Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
â€Â¢ Trastornos del sueño: insomnio, dificultades para conciliar el sueño o despertarse más temprano de lo normal.
â€Â¢ Desinterés sexual.
â€Â¢ Pérdida o aumento del apetito.
â€Â¢ Irritabilidad, sensación de intranquilidad.
â€Â¢ Dolor de cabeza, trastornos digestivos, dolores musculares, llanto o taquicardia.