Mucho más profundo de lo que se cree, el significado de las manchas puede ser definitivo en la detección a tiempo de las enfermedades serias.

La dermatóloga Miriam Mesa de Sanclemente ha dedicado casi sus treinta años de ejercicio profesional al estudio de la piel, sus manifestaciones y su relación con cada uno de los órganos del cuerpo, hasta el punto de afirmar que aproximadamente 95%  de las afecciones cutáneas, sean  manchas, ampollas, úlceras o lesiones gangrenosas en la piel, reflejan problemas internos.

Autodiagnosticarse o hacer caso omiso de una mancha puede ser grave. En el caso de la mancha café con leche como se denomina comúnmente, si aparece en cierto número de partes del cuerpo se relaciona con una neurofibromatosis, enfermedad hereditaria que se caracteriza, además por el desarrollo anómalo de huesos, músculos y vísceras, y de múltiples tumores blandos. Se calcula que existe un caso por cada 3.000 nacimientos y también se conoce como neuroma múltiple o enfermedad de Von Recklinghausen. Eso, en el peor de los casos, porque si están ubicadas de manera aislada se consideran normales.

La dermis como vocera del cuerpo puede hablar de cirrosis hepática a través de un color gris difuso de la piel o de reacciones alérgicas como el hombre rojo Besnier, que se identifica por una coloración roja generalizada, con descamación, y que también se atribuye a la  presencia de leucemia, linfoma o dermatitis seborreica.

La ictericia, por ejemplo, se manifiesta con manchas amarillas que comprometen todo el cuerpo, incluyendo los ojos y las mucosas,  y puede revelar un problema hepático, de páncreas o un problema hematológico. Cuando esta coloración amarilla excluye los ojos y las mucosas, se habla de carotinemia y se produce por un consumo exagerado de alimentos, frutas y vegetales de color amarillo, ricos en betacarotenos, como la papaya, el mango, la zanahoria.

Las manchas pueden ser localizadas o difusas y en algunos casos comprometer toda la superficie de la piel. Para la doctora Miriam Mesa de Sanclemente las características de la mancha, es decir su color, si tiene diferentes matices, si el área está deprimida, si está infiltrada, sumadas a los síntomas del paciente: ardor, rasquiña o dolor, dan los elementos de juicio para hacer un diagnóstico acertado que se corrobora con la ayuda de exámenes de laboratorio.