Comer bien no es comer mucho, pero sí variado

La visita a la casa de los papás y de los abuelos, la fiesta de la empresa, el sancocho o asado con los amigos, el paseo para ver los alumbrados, las celebraciones del 24 y el 31… y entre fiesta y celebración, ¿de dónde saco estómago para tanto?, ¿cuántos kilos voy a subir? EPS SURA te tiene la clave:

Súmate a los millones de personas en el mundo que, en vez de tres, hoy consumen cinco comidas diarias y, lo mejor de todo, disfrutan de un peso saludable. Seguramente te estarás preguntando “¿cómo así que comiendo más voy a tener mejor peso?”

Ahí viene la primera recomendación: se trata de comer la misma cantidad de alimentos que hoy ingieres, o un poco menos, pero más repartidos durante el día y más variados.

¿Para qué más repartidos?

Tú necesitas energía constante para aguantar el ritmo de vida diaria, pero eso no significa que tienes que llenar tu cuerpo como si fuera un carro que se tanquea para todo el recorrido. Si lo hicieras así, sufrirías una gran indigestión. Repartirla en tres comidas es una medida aceptable, pero después de cada una de ellas sientes un poco de llenura y eso te produce somnolencia y disminución del ritmo físico - mental.

Pero, si son 5 comidas en porciones moderadas, tendrás fuerza permanente, no te sentirás pesado en ningún momento y tu cerebro estará más concentrado. Compruébalo tú mismo y verás cómo te rendirán más las actividades. Recuerda: desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena. Y si tu día es demasiado largo, puedes incluir la merienda o última comida del día.

¿Y para qué la variedad?

Literalmente, en materia de comida, sí podemos decir que “en la variedad sí está el placer”, fuera de los minerales, vitaminas y demás propiedades que tu cuerpo y mente necesitan. Así, por ejemplo, para ti será más placentero en un día disfrutar del sabor de lácteos, frutas, verduras, carnes, cereales… y si las preparaciones son en forma variada, será aun más delicioso. No es lo mismo comer fritos todos los días que hacer sudados, asados, al vapor, ensaladas…

Y qué mejor complemento para tu buena hidratación que incluir 6 vasos de agua al día.

Ahora sí, con estos trucos estás listo para probar de todo y no subir de peso en ninguna época del año, ni siquiera en Navidad. Qué tal si en este tiempo:

Caminas un poco más buscando los regalos de los tuyos: aparte de incrementar el ejercicio, es posible que encuentres más variedad y mejores precios.
Programas varias salidas para disfrutar caminando de los alumbrados en diferentes partes de tu ciudad: harás más ejercicio y le ayudarás a tu mente a que se despeje. 
En las salidas decembrinas y de principio de año, en vez de dulces, aprovechas para consumir las frutas que estén a bajo precio. Un mango en tajaditas con poca o nada de sal resulta más económico que otros fritos y te aporta a la variedad que estás buscando. 
Jugar a las escondidas y a otras actividades familiares será más divertido para tus hijos y para ti que dedicarse exclusivamente a comer y a tomar licor. Asegúrate de que tus celebraciones te dejen muchas satisfacciones y no dolores de cabeza.

Y lo más importante: recuerda que los mejores detalles son los que nacen del corazón. El cariño y el amor por los tuyos déjalos al aire libre, no necesitan ningún empaque, ni papel regalo.

Bienestar físico en tu lista de regalos de Navidad


Sentirte feliz en esta época del año también tiene que ver con relajar tu cuerpo, oxigenar el cerebro y respirar vitalidad. Aprovecha el impulso que tienes para iniciar una buena rutina de ejercicios o fortalecer la que ya tienes. Los expertos te recomiendan 150 minutos de actividad física repartidos entre la semana.

Así que es un buen momento para caminar en compañía de tus amigos, trotar al lado de tu pareja, volver a la época de los juegos infantiles y fomentar el deporte en tus hijos, incluyendo en sus regales objetos como pelotas o balones que los lleven a liberar toda su energía.

Artículo desarrollado con el apoyo de María Federica Vélez
EPS SURA