La sexualidad involucra los sentimientos de tus hijos. Por eso:
Observa qué es eso que tanto les agrada de su círculo de amigos y personas especiales.
Piensa qué cosas están encontrando en sus amigos que no tienen en el hogar.
Cuéntales de los sentimientos que tienes por tu pareja para que ellos te expresen igualmente qué sentimientos de amor o amistad están despertando en otras personas.
Date la oportunidad de conocer a sus amigos más cercanos y otras personas especiales, por ejemplo, en paseos familiares u otros espacios en los que se comporten naturalmente.
Pregúntales por esas dudas que tienen sobre su sexualidad y trata de identificar esas falsas creencias que puedan tener ellos o su grupo de amigos.
Sólo siendo cercano a los sentimientos de tus hijos podrás tener los suficientes argumentos para que aprendan poco a poco a identificar y explorar el desarrollo de su sana sexualidad sin que afecten los planes que tienen para sus vidas. En otras palabras, se trata de que les des alas para volar, pero antes muéstrales cómo hacerlo con responsabilidad.
Los buenos ejemplos hablan solos
Una de las dificultades con las que te puedes enfrentar con tus hijos adolescentes es que no quieren que los veas como niños pequeños, ni que les des “sermones” o “cantaleta”. En estos casos, ten presente que tu ejemplo es la mejor manera de darles buenas enseñanzas:
|
|
Si en una reunión de amigos eres capaz de decir “hoy no tomo licor” y te mantienes en tu decisión, seguramente tus hijos, en situaciones similares o que involucren su sexualidad, serán capaces de decir “no” ante las presiones que sientan de sus amigos o personas especiales.
Si consultas con tu pareja al médico de familia para escoger el método de planificación adecuado o para iniciar la preparación en la búsqueda de un nuevo bebé, tus hijos comprenderán más fácilmente que la decisión de traer una nueva vida al mundo se debe tomar con responsabilidad.
Si tienes una pareja estable y tus actos reflejan la felicidad de practicar la fidelidad, tus hijos lo verán como un valor de vida.
Si tienes una duda de infidelidad de tu pareja y por tu salud le pides que se hagan exámenes para detectar posibles enfermedades de transmisión sexual, tus hijos tendrán mayor confianza para hacer lo mismo con sus parejas.
Si, por decisión de vida, no tienes una pareja sexual estable, pero siempre llevas contigo un preservativo debidamente guardado, tus hijos entenderán que por un lado va la moral y por otro la protección de tu salud.
|