El dolor de pezones, uno de los problemas más comunes de las madres en el período posparto. Cierto grado de sensibilidad al principio de cada mamada durante los primeros días puede ser normal. Cualquier molestia más fuerte o que dure más que los primeros días necesita atención.
Lo primero que se debe hacer es revisar la forma en que se coloca al bebé cuando va a mamar. El pezón debe estar centrado en la boca del niño y el bebé debe prenderse a una buena cantidad de areola (la parte oscura alrededor del pezón). Si el bebé sólo se afianza de la punta del pezón puede causar dolor y a veces hasta grietas que sangran.
El congestionamiento de los pechos puede contribuir al dolor en los pezones ya que esta condición le puede dificultar al bebé la colocación al pecho. Usar paños calientes para suavizar el pezón y la areola antes de dar el pecho o sacarse un poco de leche para suavizar el pezón, facilitan el afianzamiento del niño al pecho.
La colocación incorrecta del labio inferior o de la lengua del bebé puede también causar dolor. Es importante asegurarse de que el labio inferior del bebé no esté doblado hacia adentro de su boca cuando esté mamando. También debe revisarse que se pueda ver la lengua del niño abajo del seno cuando la madre le baja el labio inferior con el dedo mientras está al pecho.
Se debe romper la succión cuando la madre quite al niño del pecho para evitar causar dolor en los pezones. La madre debe poner su dedo meñique en la orilla de la boca del bebé para romper la succión al quitar al niño del pecho.
Fuente: Liga Internacional de la Leche