Tan reales como preocupantes son las cifras de hombres con esta enfermedad. No existe razón, entonces, para ocultar el tema. Difusión y prevención para evitar consecuencias que pueden costar la vida.

Sensibilizar a las personas sobre la posibilidad real de padecer una enfermedad es el primer paso en las campañas de prevención. Como resultado, cada vez es más frecuente escuchar en los colegios, en las conversaciones familiares o en las reuniones de amigos, de temas como el sida, la depresión, incluso del cáncer en general, sin embargo, todavía existe cierta reserva cuando se habla del cáncer de próstata. Como una campaña familiar, se debería hablar más de este tema, porque con evitarlo o desconocerlo, no se impide su aparición.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del estado de Ohio, Estados Unidos, demostró la escasa e incompleta información sobre el cáncer de colon y de próstata publicado en las revistas que se dirigen a los lectores de ese país. Esto puede explicar la pobre conciencia que existe acerca de la necesidad de un reconocimiento médico periódico para la prevención de estos tipos de cáncer.

Mejor prevenir
El cáncer de próstata es una enfermedad que ataca principalmente a hombres mayores de 50 años, que crece lentamente y sin dar ninguna señal, pero, cuando se manifiesta con algún síntoma, es posible que comprometa el bienestar de la persona. Sin embargo, es una enfermedad que ofrece oportunidad de tratamiento si se detecta a tiempo.


El cáncer de la próstata es el cáncer más común, excluyendo el cáncer de la piel, entre los hombres en los Estados Unidos. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que durante 2004 se diagnosticaron aproximadamente 232.090 casos nuevos de cáncer de la próstata en ese país. También calcula que cerca de uno de cada seis hombres será diagnosticado con cáncer de la próstata en el transcurso de su vida, pero sólo uno de cada 33 hombres fallecerá de esta enfermedad. Por fortuna, estas cifras tienden a reducirse, posiblemente por cierta conciencia y porque los diagnósticos se hacen cada vez en etapas más tempranas. De ahí que sea tan importante hablar más del cáncer de próstata. Las dos pruebas más comunes utilizadas por los médicos son el examen digital del recto y el de la prueba de antígeno específico para la próstata. El examen digital del recto ha sido recomendado por años como prueba de exploración selectiva para detectar cáncer de próstata, pero es limitado en su capacidad distinguir un cáncer de algo que no lo es.
El otro examen, el antígeno prostático específico (PSA) es una prueba de sangre que mide la enzima PSA. La prueba de PSA está limitada en su capacidad de distinguir entre un tumor benigno y un tumor canceroso y otras condiciones, por ejemplo, la prostatitis (inflamación de la próstata). La práctica de ambos es oportuna en el diagnóstico temprano y combinarlos mejora su especificidad.
Todos los hombres, sin importar su condición física o económica corren riesgo. El factor de riesgo más común es la edad.

La mayoría de las detecciones se hacen en hombres que tienen más de 65 años. Hay indicios de que una dieta alta en grasas puede incrementar el riesgo, así como los factores genéticos, especialmente en las familias en que hay hombres a quienes se les ha hecho detección cuando son menores de 60 años. )

Bebida saludable

Los hombres que se toman una copa diaria de vino tienen menos probabilidades de sufrir cáncer de próstata, así lo afirma un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, una institución líder en investigación sobre el cáncer. Este estudio sugiere que los hombres que toman alrededor de cuatro copas de vino tinto a la semana reducen en 50% el riesgo de sufrir esta clase de tumores. El efecto protector de la ingesta moderada de vino parece que es todavía mayor contra aquellos tipos de cáncer de próstata más agresivos, ya que en estos casos la bebida reduce la incidencia de la enfermedad en 60%. Los investigadores observaron que otras bebidas alcohólicas, como la cerveza o licores de graduación, no ejercían el mismo efecto que el vino tinto. Ni siquiera el vino blanco. El motivo, como señala el estudio, se debe a que el vino tinto contiene un compuesto, un antioxidante llamado resveratrol, que además de proteger contra las enfermedades cardiovasculares, parece que también reduce el riesgo de cáncer de próstata.